
Juan Camilo Agredo, un profesional que le pone sabor a la fisioterapia del Valle Oro Puro
A sus cortos 26 años Juan Camilo Agredo ha descubierto en una mágica ruta profesional, que no hay mejor forma de emprender que cuando se hace del corazón, realizando algo que te gusta y de la manera en que te gustaría ser tratado.
Desde niño su motivación principal como cualquiera de su edad, era jugar a ser grande. Se veía trabajando, pero especialmente tentando y rodeado de miles de sabores. Sin dudarlo, cuando le preguntaban que iba a ser cuando tuviera más años, respondía con emoción: “Voy a ser chef”. Hoy casi 15 años después de esa época de ensueño su profesión cambió, pero esa pasión por la culinaria sigue más viva que nunca.
Muchos pensarían que las profesiones académicas surgen de vocaciones innatas desde temprana edad o simplemente cuestión de tradición familiar. Este no fue el caso de Juan Camilo quien hace parte del equipo interdisciplinario del Centro de Medicina de Indervalle, quien a la edad de 13 años vivía con la motivación de estudiar gastronomía, pero tuvo un conexón mayor con la fisioterapia, tras sufrir una lesión en una práctica de tenis de mesa.
A los 16 años termina sus estudios secundarios, enfrentándose a la decisión más difícil pensaba él: “ahora sí llegó el momento de ser grande”.
Saliendo de su natal Ginebra -Valle del Cauca llega a Cali con el apoyo de sus padres y la empresa Carvajal donde trabaja su papá José Agredo, juntos costearon la carrera Juan en la Universidad Santiago de Cali, estudios que fue mezclando con la vocación de ser voluntario en varias actividades, la mayoría de ellas deportivas.
Esa cercanía con el mundo deportivo lo pone en desarrollo de sus funciones, en los World Games realizados en la Ciudad de Cali en el 2013 con algunas delegaciones participantes. Posteriormente se vincula como fisioterapeuta del Hospital Municipal de Ginebra, y alterna su tiempo asistencias domiciliarias con adultos mayores. Casi inmediato llega la oportunidad de estar nuevamente en el deporte esta vez con el Imder Palmira y formando parte del equipo médico de Indervalle para los Juegos Nacionales del 2015 en Ibagué-Tolima.
Terminado los juegos regresa nuevamente al trabajo con el sector público y privado hasta el año 2017 cuando finalmente llega la propuesta definitiva de Indervalle a vincularse a su equipo médico interdisciplinario. Hoy orgulloso viste los colores rojiblancos de un Valle Oro Puro que se forja desde cada liga deportiva, pero que es siempre impulsado y apoyado por la gobernadora Dilian Francisca Toro.
Juan Camilo nunca dejó de lado la gastronomía, en sus tiempos libre o de reuniones familiares, pone a un lado su camiseta Valle Oro Puro y con su delantal, prepara la mejor pasta italiana, y es que la comida de este país es su debilidad, con la que logra hacer platos exquisitos que consiente estómagos.
En su trabajo y profesión pone en práctica recursos clínicos para los procesos deportivos, en casa por su parte, elabora delicias gastronómicas con la recursividad de elementos. “Soy feliz haciendo a lo que hago, pero jamás me pude desprender de mi gusto por la gastronomía. Lo mejor es que todos dicen que tengo sazón y eso ya es ganancia” comenta Juan Camilo, mientras hace una de sus intervenciones con los deportistas del sector paralímpico del Valle.
Y es que aparte de ser fisio, Juan Camilo es un profesional de alta calidad en competencias que le permiten desempeñarse con facilidad en el sector convencional y paralímpico, característica que lo convierte en el segundo calificador paralímpico del Centro de Medicina junto a Diana Escobar fisioterapeuta jefe de este sector.